CONOCIMIENTOS Y ACTITUDES PARA EL PRESENTE SIGLO

¿Qué cualidades y/o capacidades debe tener una persona para tener un desempeño eficaz en estos tiempos?, ¿ser tolerante, responsable, creativo, con capacidad de síntesis o dispuesto a aprender en cada momento de su vida? La respuesta no tiene prioridad en las alternativas, pues ellas forman parte de los cinco tipos de mentes necesarias para el futuro en la propuesta del psicólogo Gardner (2005), quien considera que para el siglo XXI, los seres humanos necesitamos desarrollar una mente creativa, sintetizadora, disciplinada, respetuosa y ética con el fin de alcanzar mejores formas de vida personal y social, adaptadas a los cambios sociales e innovaciones de la ciencia y tecnología.
La necesidad de pensar de forma disciplinada exige estudiar a profundidad un tema relevante para el desempeño académico y concordante al laboral, además de hacerlo de manera continua. Respecto a la mente creativa, incluye la capacidad para identificar y resolver nuevos problemas, produciendo de esta manera nuevo conocimiento, de transformar modelos con fines positivos, que obtenga mayor y mejor beneficio a un menor costo. Frente al incremento de información se hace necesaria una mente sintetizadora capaz de identificar aspectos relevantes de diversas disciplinas, evaluando lo trascendente de lo innecesario para lograr una combinación armónica que produzca nuevo conocimiento. La caracterización de las tres mentes anteriores es la parte intrínsecamente cognitiva del desarrollo humano para el siglo XXI, y dado que el mejoramiento intelectual e interacción social deben ir de la mano, es necesario alcanzar también una mente más respetuosa y ética, respetuosa en términos de tolerancia a la diferencia de ideas, creencias y costumbres; y la mente ética a través de la honestidad y responsabilidad en el ejercicio de nuestra profesión y vida ciudadana que busque el bien común.
Existen tres amplias recomendaciones para orientar el desarrollo de la humanidad en base a la educación. Cuando Dellors (1999) nos habla del aprender a conocer y aprender a hacer, Gardner (2005) nos describe la mente disciplinada, creativa y sintetizadora, ambos autores inciden en el aprendizaje durante la vida y la exigencia de un agudo análisis para acceder al conocimiento, añadiendo Morin (1999) que existe un riesgo en este proceso que es la percepción y subjetividad, de lo cual debemos cuidar. Cuando Dellors recomienda el aprender a ser y vivir, Gardner alude a una mente respetuosa y ética, y Morin del saber acerca de la condición humana y comprensión a la incomprensión entre los hombres.
Finalmente, al igual que ellos, todos estaremos de acuerdo, que el conocimiento adquirido no lo es todo, que con hechos como la contaminación, pobreza, ausencia de honradez, que atentan contra la dignidad humana, la intolerancia y el abuso sobre los menos favorecidos, es necesaria una educación que en el presente repare nuestras pobres actitudes frente a estos problemas y disminuya su incidencia en el futuro, necesidad también de predicar con el ejemplo para mejorar las actitudes sobre la forma de ser, vivir y conservar este mundo. La balanza entre capacidades cognitivas y actitudes para algún lado se va a inclinar, pero hay que mantener el equilibrio que en algún momento se dará.

Víctor Hugo Huertas Esteves

Documentos consultados:
·Dellors, J. (1999). La educación encierra un tesoro. Extraído el 09 de Junio de 2007 desde http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF
·Gardner, H. (2005). Las cinco mentes del futuro: un ensayo educativo. Barcelona: Ediciones Paidos Ibérica S.A.
·Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Extraído el 09 de Junio de 2007 desde www. unesdoc.unesco.org/images/0011/001177/117740so.pdf

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